miércoles, 2 de diciembre de 2009

Introducción


  • Este blog ha sido creado con la intención de dar conocer información relevante a todas aquellas personas que les interese la ecología y medio ambiente. Espero y pueda ser de gran ayuda el tema de Oceanografía.
  • Además de que está destinado a albergar artículos relacionados con la Oceanografía, como ciencia de la Tierra que estudia los procesos biológicos, físicos, geológicos y químicos que se dan en los mares y en los océanos.

Relieve oceánico


Es la parte de la corteza terrestre que ocupa el océano.

En ella podemos distinguir espacios diferenciados:
· Plataforma continental: Es la continuación de los continentes por debajo de las aguas, con profundidades que van desde 0 metros en la línea de costa hasta unos 200 m. Ocupa alrededor del 10% del relieve oceánico. Es la zona de mayor explotación de recursos: petrolíferos, pesqueros, etc.

· Talud oceánico: Es la zona de pendiente acentuada que lleva desde el límite de la plataforma continental hasta los fondos oceánicos. Aparecen hendidos, de vez en cuando, por cañones submarinos tallados por sedimentos que resbalan en grandes corrientes de turbidez que caen desde la plataforma continental al fondo oceánico.
· Fondo oceánico: Es una llanura a una profundidad de entre 2000 y 6000 m que ocupa alrededor del 80% del relieve oceánico.
· Dorsal oceánica: Son cadenas de levantamientos alargados del fondo oceánico que corren a lo largo de más de 60.000 km, generalmente en dirección norte sur. En ellas abunda la actividad volcánica y sísmica porque corresponden a las zonas de formación de las placas tectónicas en las que se está expandiendo el fondo oceánico.
· Fosa abisal: son cadenas de zonas estrechas y alargadas en las que el fondo oceánico desciende hasta más de 10 km de profundidad en algunos puntos. Son especialmente frecuentes en los bordes del Océano Pacífico. Poseen gran actividad volcánica y sísmica porque corresponden a las zonas en donde las placas tectónicas subducen hacia el manto.
A la parte del relieve oceánico que no es plataforma continental se la denomina zona pelágica.

Estación biológica de Roscoff

La estación biológica de Roscoff (SBR) es un centro de investigación y enseñanza en biología marina y oceanografía, situada en la costa septentrional de Bretaña (Francia), que forma parte de la Universidad Pierre-et-Marie-Curie, del Institut national des sciences de l'univers (INSU) y del Centre national de la recherche scientifique (CNSR).

La estación biológica se encuentra rodeada por una variedad excepcional de biotopos la mayoría de los cuales son accesibles durante las mareas bajas, abarcando una gran variedad de especies marinas vegetales (700) y animales (3000).

La estación biológica fue fundada en 1872 por Henri de Lacaze-Duthiers, catedrático de Anatomía comparada y Zoología en la Universidad de La Sorbona, al instaurar un laboratorio de zoología experimental en el edificio situado en la comuna de Roscoff.

· 1881: construcción del vivero.
· 1906: construcción del primer piso del ala septentrional del laboratorio Lacaze-Duthiers.
· 1938: inicio de la construcción del acuario Charles Pérez, abierto al público en 1952.
· 1954: construcción del edificio CNRS Yves Delage (ala occidental).
· 1958: adquisición del hôtel de France, donde se encuentra la cantina, salas de reunión y habitaciones para los visitantes.
· 1969: construcción del edificio CNRS Georges Teissier .
· 1985: creación de la escuela en régimen de internado de la Universidad Pierre-et-Marie-Curie
· 1985: Observatorio oceanológico del INSU
· 2001: Federación de investigación del departamento de las Ciencias de la Vida del CNRS.

La estación biológica está integrada por alrededor de 200 investigadores, profesores, ingenieros, científicos, técnicos, estudiantes y personal administrativo; se organiza en grupos de estudio compuestos por un determinado número de integrantes dentro de las unidades de investigación reconocidas por el departamento de las Ciencias de Vida del CNRS.
Los distintos equipos abordan ámbitos de estudios que van desde la estructura y funcionamiento macromolécular biológico a los de los océanos en general. Se enfatiza particularmente, en la mayoría de los programas de investigación, en la genómica, a través de la red europea «Marine Genomics Europe» de la propia estación SBR.
Dotada con una logística hotelera y con equipamientos pedagógicos, la SBR proporciona condiciones óptimas para la enseñanza e investigación de una amplia gama de temas incluyendo zoología, ficología, ecología y la oceanología costera. Publica desde 1960 un estudio científico internacional bilingüe (francés e inglés), «Cahiers de Biologie Marine» (Cuadernos de Biología Marina) y es anfitriona de entre 12 y 15 conferencias especializadas, nacionales e internacionales por año, incluyendo las «Conferencias Jacques Monod».

Salinidad
La salinidad es el contenido de sal disuelta en un cuerpo de agua. Dicho de otra manera, es válida la expresión salinidad para referirse al contenido salino en suelos o en agua. El sabor salado del agua se debe a que contiene cloruro de sodio. El porcentaje medio que existe en los océanos es de 10.9 % (35 gramos por cada litro de agua). Además esta salinidad varía según la intensidad de la evaporación o el aporte de agua dulce de los ríos aumente en relación a la cantidad de agua. La acción y efecto de variar la salinidad se denomina saladura.

Definiciones
Este proceso de evaporación es más intenso en las zonas ecuatoriales, y menor en las zonas templadas y polares. Las aguas superficiales son más saladas porque la evaporación hace que la concentración de sal aumente. El contenido salino de muchos lagos, ríos, o arroyos es tan pequeño, que a esas aguas se las denomina agua dulce. El contenido de sal en agua potable es, por definición, menor a 0,05%. Si no, el agua es señalada como salobre, o definida como salina si contiene de 3 a 5% de sal en volumen. Por encima de 5% se la considera salmuera. El océano es naturalmente salino con aproximadamente 3,5% de sal. Algunos lagos o mares son más salinos. El Mar Muerto, por ejemplo, tiene un contenido superficial de alrededor del 15%.

El término técnico de salinidad en el océano es halinidad, ya que realmente halinos—cloro es el anión más abundante en el mix de elementos disueltos. En oceanografía, ha sido tradicional expresar la halinidad, no en porcentaje, sino en partes por mil (ppt o ‰), que es aproximadamente gramos de sal por litro de solución: g/L. Antes de 1978, la salinidad o halinidad se expresaba como ‰, basándose en la relación de conductividad eléctrica de la muestra de "agua de Copenhage" (un medio acuoso "agua de mar" artificial, hecho para servir como "estándar". En 1978, los oceanógrafos redefinen la salinidad en Unidades Prácticas de Salinidad (psu): relación de conductividad de una muestra de agua de mar con una solución estándar de KCl. Como las relaciones no tienen unidades, pero no es el caso aquí ya que 35 psu exactamente equivale a 35 g de sal por L de solución.
Aunque pareciera esotérico y oscura esta manera de medir concentraciones, es muy práctica; pero será necesario recordar que la salinidad es la suma en peso de muchos y diferentes elementos dentro de un volumen dado de agua. Una determinación precisa de salinitdad no solo como concentración de solutos, es conocer la cantidad de cada sustancia (como por ej., el cloruro de sodio) que requiere de química analítica, frente a una simple determinación de peso del residuo seco luego de evaporar la muestra (un método de determinar "salinidad"). El volumen es influenciado por la temperatura del agua; y la composición de las sales no es constante (auque es muy semejante, en capas semejantes, en los océanos). Las aguas salinas de los mares interiores pueden tener una composición diferente de la de los océanos. Por esta razón, estas aguas son denominadas salinas, diferenciándose de las oceánicas, donde se aplica el término halina.

Fosa oceánica


Se le llama fosa oceánica a las partes del suelo submarino deprimidas y alargadas donde aumenta la profundidad del océano. Es una forma de relieve que se encuentra en el océano y que puede llegar hasta los 12 km de profundidad.

La temperatura del agua en las fosas oceánicas suele ser muy baja. Normalmente oscila entre los 0º y 2ºC. De momento, la fosa oceánica más profunda es la Sima Challenger en la fosa de las Marianas con 11.033 metros de profundidad. Aunque no lo parezca, en las fosas oceánicas existe vida marina, como por ejemplo los moluscos.

En el Pacífico occidental se encuentra el mayor número de fosas y las más profundas, con seis fosas que superan los 10.000 m de profundidad.

Durante años sorprendió que las zonas más profundas del océano no se hallasen en su centro, sino junto a las costas de islas (volcánicas) y continentes. El fenómeno es perfectamente comprensible a la luz de la teoría de la tectónica de placas y la deriva continental, como se explica a continuación.

Procesos geológicos asociados a las fosas

Las fosas oceánicas se forman en las zonas de subducción, lugares de la corteza terrestre donde dos placas litosféricas convergen, colisionan, y una de ellas (la de mayor densidad) se introduce (subduce) bajo la otra. Como resultado produce una gran depresión en el suelo submarino; un buen ejemplo de ello es el la fosa peruano-chilena que es el resultado del choque entre una placa continental sudamericana y la placa oceánica de Nazca.

Dichas zonas de subducción están asociadas a una intensa actividad sísmica provocada por las tensiones, compresiones y rozamiento entre las dos placas. Los grandes terremotos y tsunamis del Japón o de Indonesia están causados por este fenómeno.

Cuando la placa que subduce alcanza la astenosfera se funde, y los materiales fundidos, más ligeros, asciende originando volcanes. Según la naturaleza de las placas que convergen se pueden distinguir dos casos:

· Si las dos placas que colisionan están compuestas por litosfera oceánica, la intensa actividad volcánica origina arcos de islas, como las Aleutianas, Japón, Filipinas, Islas de la Sonda o las Antillas. Junto a estas islas existen profundas fosas submarinas (Fosa de las Marianas, Fosa del Japón, Fosa de Puerto Rico, etc.).
· Si una placa oceánica subduce bajo una continental, junto a la intensa actividad volcánica se produce un orógeno, es decir, se origina una cordillera; tal es el caso de la placa de Nazca que al subdicir bajo la placa Sudamericana originó los Andes. Como en el caso anterior, hay asociada una fosa oceánica (fosa de Perú-Chile).

Agua de mar


Agua de mar

El agua de mar es la que se puede encontrar en los océanos y mares de la Tierra. Es salada por la concentración de sales minerales disueltas que contiene, un 55‰ (5,5%) como media, entre las que predomina el cloruro sódico, también conocido como sal de mesa. El océano contiene un 97,25% del total de agua que forma la hidrosfera.

Composición

El agua de mar es una disolución en agua (H2O) de muy diversas sustancias. Hasta los 2/3 de los elementos químicos naturales están presentes en el agua de mar, aunque la mayoría sólo como trazas. Seis componentes, todos ellos iones, dan cuenta de más del 99% de la composición de solutos. La tabla adjunta enumera los más abundantes.

Salinidad

El estudio de la composición se simplifica por el hecho de que las proporciones de los componentes son siempre aproximadamente las mismas, aunque la concentración conjunta de todos ellos es enormemente variable. Nos referimos a esa concentración total como salinidad, que suele expresarse en tanto por mil (‰). Gracias a la universalidad de su composición, la salinidad suele ser estimada a partir de la medición de un solo parámetro, como la conductividad eléctrica, el índice de refracción o la concentración de uno de sus componentes, generalmente el ion cloruro (Cl-).

La salinidad presenta variaciones cuando se comparan las cuencas, las distintas latitudes o las diferentes profundidades. Favorece una salinidad más elevada la evaporación más intensa propia de las latitudes tropicales, sobre todo en la superficie, y una menor salinidad la proximidad de la desembocadura de ríos caudalosos y las precipitaciones elevadas.

De todos los mares abiertos es el mar Rojo el que presenta mayor salinidad (40‰), bordeado como está de regiones áridas. El mar Báltico es el de salinidad menor (6‰ en las aguas superficiales del golfo de Botnia), por su pequeña profundidad, clima frío y amplitud de las cuencas que vierten sus aguas en él, lo que unido a su topografía casi cerrada, limita mucho los intercambios con el océano Mundial. La salinidad es muy variable en los lagos y mares cerrados que ocupan cuencas endorreicas, con sólo un 12‰ en el mar Caspio y hasta un 330‰ en las capas superficiales del mar Muerto. El principal factor del que depende la salinidad de los mares interiores es la existencia de drenaje, con uno o más emisarios por que los que desbordar, o que por el contrario la evaporación sea la única forma de compensarse los aportes. Así el lago Victoria, con un origen tectónico semejante al del Mar Muerto, es un lago de agua dulce a la vez que la fuente principal del caudaloso río Nilo.

Las diferencias de salinidad entre masas de agua se combinan con las de temperatura para producir diferencias de densidad, que a su vez son responsables de la convección en que se basa la circulación oceánica a gran escala, la llamada por ello circulación termohalina.

Desde que Edmond Halley lo propuso en 1715, se admite que la salinidad del agua del mar es efecto de una salinización progresiva, estabilizada hace ya largo tiempo, debida a un aporte por los ríos, no compensado, de sales procedentes del lavado de las rocas continentales. La salinidad no ha crecido desde hace miles de millones de años, a causa de la acumulación de sal en sedimentos. Hoy en día se acepta que buena parte del sodio procede de las mismas emisiones volcánicas que facilitaron originalmente la formación de la hidrosfera.

Conductividad eléctrica

El agua de mar presenta una elevada conductividad eléctrica, a la que contribuyen la polaridad del agua y la abundancia de iones disueltos. Las sales en agua se disocian en iones. Un ion es un átomo cargado positiva o negativamente y que, por tanto, intercambia electrones con el medio. Pueden absorber y liberar electrones a las partículas vecinas. La conductividad varía sobre todo con la temperatura y la salinidad (a mayor salinidad, mayor conductividad), y su medición permite, una vez controlada la temperatura, conocer la salinidad.

Densidad

La densidad del agua del mar es una de sus propiedades más importantes. Su variación provoca corrientes. Es determinada usando la ecuación internacional de estado del agua de mar a presión atmosférica, que es formulada por la UNESCO (UNESCO Technical Papers in Marine Science, 1981) a partir de los trabajos realizados a lo largo de todo este siglo para conocer las relaciones entre las variables termodinámicas del agua del mar: densidad, presión, salinidad y temperatura. La densidad de la típica agua del mar (agua salada con un 3,5% de sales disueltas) suele ser de 1,02819 kg/L a los -2 ºC, 1,02811 a los 0 ºC, 1,02778 a los 4 ºC, etc.

La densidad del agua de mar depende de las tres variables: Salinidad (s), Temperatura (t) y Presión (p). Para simbolizar la densidad se emplea generalmente la letra griega ρ(rho) y para indicar que es función de las tres variables se escribe ρ(s,t,p). El valor numérico de la densidad del agua de mar en su ambiente natural varía solamente a partir del tercer decimal y, para economizar espacio y trabajo, así como para tener una visión mejor del valor, se define otra cantidad simbolizada por la letra griega σ(Sigma) mediante la siguiente expresión.
σ(s,t,p)=(ρ(s,t,p)-1)x1000
Por ejemplo, a la densidad ρ(s,t,p)=1,02743 le corresponde el valor σ(s,t,p)=27,43.

Movimientos de las aguas marinas


El agua del mar, por diversas causas, está en constante movimiento, sufre desplazamientos que provocan, entre otras cosas, la formación de Olas, Mareas y Corrientes. Estos movimientos tienen un marcado efecto sobre los seres marinos ya que condicionan la distribución de las especies de vida libre al colaborar, por un lado, en los movimientos migratorios estacionales de muchas especies y, en segundo lugar, al transportar sustancias nutritivas de unos lugares a otros, favoreciendo el desarrollo y distribución de organismos planctónicos.

Ola

Las olas son ondas que se desplazan por la superficie de mares, océanos, ríos, lagos, canales, etc.

Explicación física

Las olas del mar són ondas mecánicas (es decir, perturbaciones de un medio material) de las llamadas superficiales, que son aquellas que se propagan por la interfase (la frontera) entre dos medios materiales. En este caso se trata del límite entre la atmósfera y el océano.

Descripción

Cada molécula regresa, cuando pasa la ola, al mismo sitio donde se encontraba. Se trata de un vaivén con una componente vertical, de arriba a abajo, y otra longitudinal la dirección de propagación de la onda.
Hay que distinguir dos movimientos distintos. El primero es la oscilación del medio movido por la onda que en este caso, como hemos visto, es un movimiento circular. El segundo es la propagación de la onda, que se produce porque la energía se transmite con ella, trasladando el fenómeno con una dirección y velocidad, llamada en este caso velocidad de onda.
En realidad se produce un pequeño desplazamiento neto del agua en la dirección de propagación, dado que en cada oscilación una molécula o partícula no retorna exactamente al mismo punto, sino a otro ligeramente más adelantado. Es por esta razón por la que el viento no provoca solamente olas, sino también corrientes superficiales.

Causa

El fenómeno es provocado por el viento, cuya fricción con la superficie del agua produce un cierto arrastre, dando lugar primero a la formación de rizaduras (arrugas) en la superficie del agua, llamadas ondas u olas capilares, de sólo unos milímetros de altura y hasta 1,7 cm de longitud de onda. Cuando la superficie pierde su lisura, el efecto de fricción se intensifica y las pequeñas rizaduras iniciales dejan paso a olas de gravedad. Las fuerzas que tienden a restaurar la forma lisa de la superficie del agua, y que con ello provocan el avance de la deformación, son la tensión superficial y la gravedad. Las ondas capilares se mantienen esencialmente sólo por la tensión superficial, mientras que la gravedad es la fuerza que tensa y mueve las olas más grandes.
Cuanto mayor es la altura de las olas, mayor es la cantidad de energía que pueden extraer del viento, de forma que se produce una realimentación positiva. La altura de las olas viene a depender de tres parámetros del viento, que son su velocidad, su persistencia en el tiempo y, por último, la estabilidad de su dirección. Así los mayores oleajes se producen en circunstancias meteorológicas en que se cumplen ampliamente estas condiciones.
Una vez puestas en marcha, las olas que se desplazan sobre aguas profundas disipan su energía muy lentamente, de forma que alcanzan regiones muy separadas de su lugar de formación. Así pueden observarse oleajes de gran altura en ausencia de viento.
Las olas disipan su energía de varias maneras. Una parte puede convertirse en una corriente superficial, un desplazamiento en masa de un gran volumen de agua hasta una profundidad considerable. Otra parte se disipa por fricción con el aire, en una inversión de los fenómenos que puso en marcha las olas. Parte de la energía puede disiparse si una velocidad excesiva del viento provoca la ruptura de las crestas. Por último, la energía termina por disiparse por interacción con la corteza sólida, cuando el fondo es poco profundo o cuando finalmente las olas se estrellan con la costa.

Al llegar a la costa, las olas sufren unas últimas transformaciones antes de disiparse:

· Encrespándose si encuentran un obstáculo marcado en la franja costera, como un banco de arena o taro, una roca o formación rocosa o un arrecife. dependiendo del obstáculo, su forma y tamaño, y la fuerza y velocidad de la ola, así como el punto de marea, las olas costeras pueden adquirir diferentes expresiones de tamaño, velocidad, forma o movimiento.

· La contraola es un efecto de destacado llamado resaca del agua que, llevada por las olas hasta la orilla de tierra firme o la orografía costera, rebota o se desliza de nuevo hacia el mar, creando una ola en dirección opuesta al golpe de mar, es decir una ola que parte de la costa. Generalmente se disipan o estrellan con las otras olas en algunos metros.

Características físicas y químicas del medio marino


Características físicas del medio marino

Temperatura


El calor recibido por el agua del mar procede principalmente de las radiaciones solares (y este detalle relaciona directamente la temperatura del agua con la iluminación), pero hay también otras fuentes importantes como el calor que asciende por convección desde el fondo de los mares y desde el interior de la tierra o desde la propia atmósfera, o el producido por las reacciones químicas que tienen lugar en el seno de los océanos.
Debido al elevado calor específico que presenta el mar, los cambios de temperatura que en él se producen son mucho menores que los terrestres. el mar es un termorregulador por lo que influye en los climas en función de la mayor o menor proximidad de la tierra emergida. Por esto existen, entre otras causas, variaciones estacionales y diarias de la temperatura.
En general, la temperatura del mar oscila entre 2-30ºC, pudiendo alcanzar en algún caso el valor extremo de 0ºC. Las máximas oscilaciones térmicas diarias por término medio, son de 1ºC y se producen entre las 14 y 15 h y las mínimas, se producen hacia las 5 h. Las oscilaciones de temperatura a nivel estacional van desde 5ºC en los trópicos hasta 10ºC en las zonas templadas, aunque en la costa y mares cerrados, estas oscilaciones suelen ser mayores (Mediterráneo, por ejemplo, hasta 12ºC, Báltico hasta 17ºC, Mar Negro hasta 18ºC)
Hay otros factores que influyen en las oscilaciones térmicas:
· Latitud: tiempo de insolación e inclinación de los rayos solares.
· Profundidad: al aumentar, se estabiliza la temperatura entre 4 y 1ºC. En superficie hay mayores variaciones aunque dependen también de los vientos y las corrientes, que mezclan las capas marinas.
· Corrientes: este factor puede llegar incluso a anular el efecto de la latitud sobre la temperatura.
La temperatura, junto con la salinidad, influyen en la densidad y solubilidad de los diferentes gases que aparecen en el medio marino y ambos inciden sobre la distribución de los seres vivos en el mar. Todos estos factores afectan a los procesos bioquímicos o químicos que ocurren en los seres vivos, tanto vegetales como animales poiquilotermos. Según la ley de Van Hoff los procesos biológicos se duplican cada vez que se incrementa la temperatura en 10ºC.
Luz
Una parte de la luz que llega al mar es absorbida, otra se dispersa por reflexión y el resto es convierte en calor. De la luz absorbida, una buena cantidad se dispersa a causa de las partículas en suspensión que hay en el agua del mar. Según Birge solo un 18% de las radiaciones solares llegadas a la superficie marina son reflejas a la atmósfera y el 82 % restante son absorbidas y transformadas en calor. De este alto porcentaje absorbido solo un 2% es aprovechado por los organismos fitoplanctónicos.
La mayor o menor penetración de la luz en el mar depende de varios factores: estación del año, ángulo de incidencia, naturaleza del medio, grado de absorción atmosférica en función del clima. No todas las radiaciones llegan a la misma profundidad ya que la luz está constituida por un espectro de radiaciones de distinta longitud de onda, cada una de ellas con un color de atenuación diferente.
Las radiaciones de color rojo y naranja se absorben más rápidamente cuando el agua es transparente, de modo que a 4 m. la primera disminuye un 99% respecto a su intensidad en superficie. Las radiaciones violeta, verde y azul, e incluso amarillo, alcanzan mayores profundidades, siendo la azul la más penetrante, ya que a los 70 m. aun conserva un 70-80% de su intensidad en superficie. Las radiaciones infrarrojas son prácticamente opacas en el mar y las ultravioletas son aun menos absorbidas que las violetas. En aguas turbias, las que más penetran son las verdes y amarillas y en general, a mayor longitud de onda, mayor es su dispersión y menor, por tanto, su penetración.
Todo esto influye en la distribución escalonada de los vegetales marinos que utilizan distintos tipos de radiaciones para la fotosíntesis; así, algunas algas verdes costeras utilizan prácticamente todo el espectro de luz y se sitúan en las capas superiores. Las algas pardas, usan las radiaciones rojas y se distribuyen en los 5-15 m de profundidad. Otras como las rojas utilizan radiaciones azules, situándose a mayor profundidad según su especie.
A efectos de la penetración lumínica, pueden establecerse dos zonas marinas:
Fótica: que es la zona hasta donde penetra la luz. dividida a su vez en eufótica-hasta 80 m.- y disfótica-de 80 a 200 m.
Afótica: a partir de 200 m., donde no hay luz.
A nivel práctico la observación de la penetración de la luz en el mar se hace con los llamados discos Sechi.

Densidad

Coincide con el valor del peso específico por lo que al hablar de densidad del agua de mar se considera el valor de su peso específico, el cual es muy parecido o ligeramente inferior al que presentan los seres marinos. Esto es lo que permite a éstos flotar y desplazarse sin dificultad, o facilitar el paso del agua por el interior del cuerpo de los organismos que viven fijos, de forma que puedan aprovechar las partículas en suspensión.
La densidad del mar depende de la temperatura presión y salinidad y en general aumenta con la profundidad. La densidad del mar depende de las corrientes que pueda haber en una zona, de modo que a igual profundidad puede haber distinta densidad. En este caso las aguas que afloran tenderán a hundirse o a elevarse para ajustar su densidad al nivel de profundidad (corrientes de convección).
En la zona superficial de las aguas, sobre todo en las próximas a la costa, suele decrecer la densidad debido a los aportes del agua de lluvia y ríos. Las aguas de más densidad se encuentran en altas latitudes (polares), por lo que tienden a hundirse y distribuirse por los fondos en zonas cada vez más amplias; esta es una de las causas de la baja temperatura de los fondos. La elevación de estas aguas hacia la superficie provoca en cierta medida los procesos de Up-Welling.
Presión
Todos los seres marinos están sometidos a la presión atmosférica, sumada, en función de la profundidad, a la de la columna de agua que tienen encima. En el medio marino, la presión aumenta 1 atmósfera por cada 10 m de profundidad, con lo que los organismos que se encuentran en las profundidades marinas pueden llegar a soportar presiones de unas 1000 atmósferas.
No se conocen bien los efectos de la presión hidrostática sobre los organismos, pero se supone que modifica la velocidad de los procesos biológicos y que interfiere en los efectos de otros factores como temperatura y salinidad.
El sustrato
Es el soporte físico al que un ser vivo puede fijarse durante toda su vida o parte de ella. Está constituido por los fondos marinos y distintos materiales costeros (arenas, arcillas, limos, piedras). También pueden constituirse en sustrato cualquier objeto sumergido (botellas, cascos, etc.) e incluso los mismos seres vivos (algas y animales). En relación con el sustrato, los organismos son selectivos, llegando a establecerse entre ellos relaciones de competencia a la hora de escoger donde se van a colocar ya que está en juego el proceso nutricional.
Características químicas del medio marino

El agua de mar lleva en suspensión una gran cantidad de sólidos y gases, pudiendo admitir en general que todos los elementos químicos presentes en la tierra aparecen en el agua de mar. La proporción de cada uno de estos elementos disueltos es diferente, variando también sus porcentajes en función de la zona de mar de que se trate en cada momento. El estudio de estos porcentajes es muy dificultoso, por eso normalmente se dan datos medios.
Algunos elementos son difíciles de cuantificar porque aparecen en porcentajes muy bajos (para obtener 1 gr. de Ra se necesitaría tratar 5 millones de cc de agua), otros porque requieren técnicas analíticas muy finas, etc. Pero su presencia es observable en la composición de los propios animales marinos (el Cu, muy escaso, es fundamental para la formación de Hemocianina en Moluscos y otros Crustáceos).
Las variaciones se ven también influidas por los elementos de mezcla y transporte, sobre todo a nivel superficial, de olas, mareas y corrientes.
A pesar de la gran complejidad observada en la composición química del agua de mar, en lo que se refiere a sus principales componentes, existe siempre, y en todos los mares, una gran constancia en las proporciones relativas de cada uno de ellos.

Salinidad

En base a esta uniforme proporción de los diversos componentes del agua de mar, se acepta que la determinación de cualquiera de ellos, mejor del más abundante, sirve como indicador del total de los elementos disueltos. Conociendo la dependencia que existe entre determinadas propiedades físicas del agua marina y su composición química, la determinación de este componente sirve también para la determinación indirecta de dichas propiedades físicas.
La salinidad es el más interesante de los factores químicos y se define como la concentración de sólidos disueltos por Kgr de agua de mar. Los componentes fundamentales de estos sólidos son los aniones (cloruros, fosfatos...) y los cationes (Na, Mg...).
La relación entre aniones y cationes va a condicionar el pH del agua del mar, que oscila entre 8 y 8'3 y es por tanto ligeramente alcalino (esto le confiere una gran capacidad amortiguadora que tiene profundo interés biológico ya que muchos animales marinos carecen de estructuras aislantes del medio y por tanto, ligeras variaciones en el pH del medio afectan seriamente a su pH interno, pudiendo incluso causarles la muerte).
La salinidad está muy relacionada con la densidad y ésta es de gran importancia para los seres vivos ya que afecta a dos procesos fundamentales: el movimiento y la alimentación.
La salinidad está también relacionada con la clorinidad, de tal manera que conociendo los tantos por mil existe una relación en la cantidad de las distintas sales.

Distribución de la salinidad en los mares

La salinidad de los distintos mares es diferente y oscila entre 33 y 37%. , incluso hay variaciones en una misma zona debido a factores climáticos, topográficos, aportes fluviales, etc. Por citar algunos ejemplos extremos: la salinidad del Mediterráneo es de un 38%, la del mar Rojo y la del mar Negro es de un 40%. En el Báltico y en la desembocaduras de los grandes ríos, debido al alto aporte de agua dulce, la salinidad es casi nula.
La temperatura está relacionada con la salinidad por los efectos que produce la evaporación. Ambas están relacionadas a su vez con la densidad. Por lo tanto, cambios estacionales en las temperaturas significan cambios en la salinidad; este proceso sucede fundamentalmente en las capas superficiales y las isohalinas pueden experimentar desplazamientos estacionales que en mares abiertos suelen ser de N a S y viceversa; en zonas próximas a la costa estas variaciones pueden producirse en cualquier sentido.

Otras sustancias disueltas

En el medio marino aparecen una serie de sustancias orgánicas e inorgánicas disueltas que proceden fundamentalmente de la descomposición de los desechos eliminados por los seres vivos marinos y de los restos de los que mueren. Pero de entre todos estos compuestos sólidos disueltos en el agua de mar, hay algunos que son imprescindibles para la síntesis de materia orgánica, y de ellos depende por lo tanto la vida en aguas marinas. Se les conoce con el nombre genérico de sales nutritivas.
Estas sales son fundamentales, entre otras razones, porque forman parte de muchas estructuras de los seres vivos y porque son indispensables en la nutrición de muchos de ellos. Las más necesarios son, en primer lugar, los fosfatos y los nitratos, de los que depende totalmente el fitoplancton para poder realizar los procesos de fotosíntesis.
Son importantes también los compuestos del carbono (Carbonatos/Bicarbonatos) y los silicatos, ya que muchas de las especies que componen el plancton tienen esqueletos silíceos (diatomeas, flagelados, radiolarios).
Hierro, Cobre y Arsénico, por ejemplo, serían otros elementos, que aunque de menor importancia, son imprescindibles para animales y plantas. Aparecen casi siempre en cantidades muy reducidas y se llaman, por eso mismo, oligoelementos.
Así: el Hierro (Fe) es indispensable por cuanto una buena parte de la vida vegetal depende de su adecuada concentración en el mar. El término medio es de unos 2 micro-gr/litro. El Cobre (Cu) es necesario para la Hemocianina de los moluscos y en ciertas fases de desarrollo larvario. Su concentración varía de 1 a 10 micro-gr/litro. El Arsenio (As) es importante para las plantas. Su concentración oscila entre 9 y 22 micro-gr/litro.
La carencia de estas sales puede provocar alteraciones fisiológicas graves e incluso la muerte de animales y vegetales, pero además, pueden darse graves desequilibrios en la productividad de la zona afectada ya que esa carencia puede convertirse en un factor limitante para el desarrollo de ciertas especies. Hay que tener en cuenta que las sales que aparecen en escasa cantidad pero son muy necesarias a los seres vivos marinos, van a consumirse en porcentajes relativamente altos.
Las proporciones de estas sustancias en el mar son variables y dependen entre otros factores de:
Abundancia de seres vivos en una zona determinada.
Estabilidad de las propias sustancias.


Gases disueltos

Su porcentaje es bastante variable pero se puede afirmar que disueltos en el mar aparecen todos los gases que aparecen en la atmósfera. Su proporción depende del intercambio entre el mar y la atmósfera y de la actividad de los distintos seres vivos (respiración y fotosíntesis).
A nivel general se puede afirmar que las variaciones de CO2 y O2 son mucho más notables en las zonas superficiales debido a que los vegetales marinos viven en la zona eufótica. Por otra parte, al ser el O2 más soluble que el CO2, su distribución es más homogénea en la masa del mar. No se puede olvidar la aparición de CO2 en forma de otros radicales tales como Carbonatos o Bicarbonatos, constituyentes básicos de las estructuras esqueléticas de los seres vivos marinos.

¿Qué es la Oceanografía?


Océanos y oceanografía, océano es un cuerpo extenso de agua salada que cubre unas tres cuartas partes de la superficie de la Tierra y oceanografía es el estudio científico de los procesos físicos, químicos y biológicos que mantienen su estructura y su movimiento. La ciencia marina también se interesa por el estudio del lecho marino, de los litorales, de la relación del océano con la atmósfera, así como de la flora y la fauna marinas.

Bibliografía